Al Dios Sol; Tonatiuh.
La exquisita sensación de tocar lo prohibido. El mórbido anhelo de tenerte y a consciencia
determinar que jamás el surco de tus labios volverá a besar los míos.
.
La mirada inocente, del niño sol. La estancia vacua de heridas que desesperadamente deseo que
sanen en ti.
.
La belleza magna que se dispara en el brillo de tus pupilas... poco he convivido. Poco me he
atrevido a rozarte, a develarme y este fuego ígneo que exalta en mi piel, vámonos, escapémonos
en silencio. En secreto. Y que solo nuestras almas sean las protagonistas de lo eterno.
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