De esos días en donde el alma y el corazón retoman en la danza eterna, luego del impacto, el reconocimiento y el temor de verle a los ojos, hoy es uno de esos días en donde permito la expansión, expansión con dolor. Esta inmensa añoranza de fundirme en el eterno mar, la inmensa ansiedad convertida en agonía por lo que fue y esta nostalgia por lo que será.
Es sencillo encapsular los sentimientos, andar en el camino sin sentir y expresar bocanadas mínimas de flujos de sentires flotantes. Hoy, en este instante eterno asimilo el tormento de grandes alquimistas, las lagrimas de sangre de los sublimes poetas, pesar de grandes escritores, todos, amantes eternos de estrellas errantes.
Te reconocí mas allá del tiempo, fui yo quien escribió tu nombre en el pergamino blanco, vele tu sueño, tu inconsciencia, tu amnesia y hoy te veo partir con una ilusión perfecta, ilusión que como buen mago decidiste crear, ¿acaso el dolor mengua con la falsedad?, ¡TU! ser consciente!, ¡TU!...
Establezco mi consciencia, exalto mi esencia, navegamos una vez más, aquí y allá sin par. El corazón solo puede ser arrebatado una vez, la impresión en el Alma solo se le permite una única vez, solo existe un mar, solo uno. Solo a uno puedes o no Amar.
He danzado con la soledad, con el vacío, he danzado con el dolor, la agonía y el terror y veme aquí danzando con la consciencia de la consciencia, veme aquí danzando en este Albedo.
Repite mi ser en profunda voz "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu".
... "Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca." Sananda.
